Aforismo 10: Hay amores que matan
¿Que el amor mata? Interroga así, obviamente, el que nunca se le ha
pasado por la mollera; el que jamás de
los jamases, ha buceado profundamente en el mar de la fuerza destructiva de
cualquier sentimiento de cualquier pasión. ¿Pero no es toda pasión, cuando
perdemos su rienda y nos desbocamos, nos
desenfrenamos, una fuerza ciclónica, un
zunami potentísimo, que de cuajo arranca, que desarraiga lo que se le pone de frente o, sencilla
mente, la padece? ¿Entenderemos, algún día que una pasión desbordada, como rio
en creciente alocada, revolcada fuera de su cauce lleva en si la semilla de lo caótico?
¿Por consiguiente, no es ya la
hora de pensar, gravemente, en la abismáticas consecuencias que el amor puede
tener cuando se sale de sus cabales? Pregunto: ¿veremos transparentemente la
urgente necesidad de ver lo caótico, en
cierne, cuando se vive una pasión y se
le amputa, se le cercena, se le corta la
razón; es decir cuando vivimos una pasión demente e insensible al equilibrio
natural d e las cosas? S, no hay duda, hay que proclamarlo a os cuatro vientos!
hay amores que matan!
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