Aforismo 17

Las Edades del Hombre: El Tiempo es inseparable de nuestro ser histórico. Nuestra existencia ocurre en el escenario del tiempo. Somos un ser en el Tiempo. Porque el cambio es la sustancia sustanciosa de todo lo que hay, de toda Realidad: mudanza es la ley del Hombre sobre la Tierra.

EL venerable Heraclito, lo afirmo para toda la eternidad, al decirnos:” Nadie puede bañarse dos veces en el mismo rio”. Sin embargo, seres hay que ni tan siguiera ni una vez se han bañado en ese rio interminable del tiempo vital como las almas secas, otoñales hojas perennes. Detenidos, fijos inmutables en su Tiempo Perdido irremediablemente. Sin salida

Aforismo 15: Ciencia y religion

Aforismo 15: Ciencia y Religión

Ciencia y religión: Si alguna cuestión ha demostrado a cabalidad la Historia de La Humanidad, ha sido que la Religión no es solamente asunto exclusivo de la fe, sino que es un hecho científico. E.S. Brightman, en su extraordinario libro, A philosophy of religión, prueba la cientificidad del fenómeno religioso,  desde la perspectiva de las ciencias, no abstractas, sino de las ciencia concretas, cuando identifica la experiencia religiosa con la experiencia del valor. Afirma: “The survey of the fact of religión has revealed the fundamental fact that every religion experience is an experience of value.”

Y esto en un doble sentido; porque ella , en primer lugar, es un “ choice of value,  an appreciation or adoration of value as the source of value.” En segundo lugar, porque la religion es “a faithful in the friendliness of the universe of value.”

Religion y Moral

Aforismo 14: Religión y Moral

Religión y moral: No importa el punto de vista que se tome desde la ciencia  de la religión siempre se reafirma el nexo irrompible entre la moral y la religión. Es primitiva. Es básica. En una aguda y definitiva definición: “ La religión es un esfuerzo por asegurar la  preser de los valores socialmente reconocidos.

Aforismo

Aforismo: 13: Ghandi define la religión

Ghandi define la religión: Hondamente venerador, Ghandi, como motivo esencial de su pensar, reflexiono, profundamente, sobre la naturaleza del fenómeno religioso. Analiza la religiosidad en todos sus pormenores. La medita como su pan diario. De esa  continua y persistente meditación, Ghandi, descubre una religiosidad universal opuesta a cualquier religión formal, tradicional

Ghandi ve claramente que  en verdad, verdad cuando se habla de religión todo discurso sobre ella versa sobre la unicidad o la radicalidad de lo religioso. Solo hay una religión que fundamenta raigalmente todas las demás expresiones que equivocadamente llamamos religiones. Ghandi subraya que la verdadera religión y la base de todas las demás es la Fuerza que lleva al hombre ante el altar de lo Divino, de lo Sagrado. El Poder que afirma un “ ordenado gobierno moral del Universo.” Ese Poder nos transforma, nos une “indisolublemente a la Verdad.”

Esa Verdad, por su presencia y mediación, en Ghandi, es purificadora. Por lo tanto, la religión única, según el pensamiento religioso de Ghandi, es un sentimiento, un anhelo vital de encontrarse con lo Sagrado. La manifestación siempre de lo Divino será alcanzar ver un orden moral. Sin un orden moral no hay religiosidad.

Por ende, en Ghandi, la religiosidad es el incondicionado deseo ardiente; la sed y el hambre que la Humanidad tienes de encontrarse cara a cara con lo Sagrado. Sera siempre nota distintiva de lo Sagrado su valor moral, un vivir bajo la Ley, acoger  en existencia real, un precepto moral que de sentido y dirección a la vida.  Una Verdad redentora. Religión en Ghandi  será por siempre una relación del Hombre con lo Divino cuyo fruto será inequívocamente un vivir moral que busca a todas luces la conciencia de Dios. Para Ghandi religión es igual a moralidad. Por eso dice: “Rechazo toda doctrina religiosa que no apele a la Razón y que este en conflicto con la moralidad.”

Por consiguiente: Tan pronto como perdemos la base moral en nuestro vivir ipso facto, dejamos de ser religiosos. Ghandi establece para la posteridad un principio básico para la Ética. Ese principio de la Ética es la unión con lo Divino. Si lo estamos, entonces, Dios rige nuestros actos; somos verdaderamente religiosos. Lo demás es engaño del ser por el ser mismo. Ubícate…

El Cristo del Cerro Gandia

El Cristo del Cerro Gandìa

                       

                        De cantazo, como  un relámpago de octubre, tu cruz,

signo vacío de tu ausencia, se me torna en habla:

¿Desde cuándo no estás? ¿Qué escarchas de olvidos pesados

 cayeron sobre mis ojos? ¿Por qué no lo veìa?

 ¿Qué sellaba,

 mis pesados párpados sobre mis neblinosos,  ojos oscurecidos,

que por años y años,

 tu cruz miraba,

sobre la cumbre del  monte verde del Cerro Gandìa,

imponente, retando la altura,

                        y cuenta, no me daba; del sueño no despertaba?

Allí... el madero, pero de tu cuerpo... ni la sombra...

Tù, en tu cruz del Cerro Gandìa, siempre,

has estado : ¡Ausente!