La tradición tiene sentido si es viva. No muerta. Entonces, hoy, Día de los Tres Reyes Magos, el don del oro se transmuta en la dacion de que todos debemos comer y beber. La mirra que todos debemos trasformar lo pestilente de nuestro pesebre del cuerpo y alma en un aroma divina. El incienso, obviamente, que nuestro Espíritu debe cada día empaparse de lo Divino como Gracia dadora de amor y paz. Esos regalos los pongo en el altar- árbol de tu corazón. Me hayas puesto yerba o no.
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